Santa Milonga

Narigón
Por los pagos de mi barrio habia un tipo que se las daba de guapo
Pero su mente estaba revirada le decian :
El Narigón
Por lo mucho que aspiraba
Salia de noche, volvia de dia No tenia paz ese muchacho
Pero todos le decian vas a tener que parar
Y se pianto nomas ,intoxicado quedo duro como rulo de estatua
Hasta que un buen dia el mate no le dio para mas
Narigón compadre, que hiciste de tu sangre ??
Narigón compadre, malevo de pacotilla
Narigón compadre, aprende de un avez a darte !

Vos si que sos compadrito, nunca bajaste el copete y solapás tus valores, con finura y destreza. Se te agigantaron las partes pa’ poder exagerar, cuando cantás las milongas, en la esquina o en el bar. Sos el de la mano grande pa’ poderlas cachetear, y pa’ poder jugar de chico a los trenes, divertido y sin complejos en la estación de Retiro. Te decían el ofe, zorzal getón, por el grandor de tus manos y por tu caripela, que en el Tibidabo a más de una espantó. No te quede cerca el mundo cuando este por aplaudir, no te quede cerca el mundo cuando este por aplaudir… Haceme caso.

Tengo una piba infiel,
que vive entre magnates,
se pierde en todos los brazos,
se escapa a mi querer.
Pero si llego yo se hace la bacana,
da vuelta su carita y me manda a mudar.
Ivone desembuchá, decí con quien andás,
de este barrio sucio que siempre te rajás.
Pebeta escuchá, decime como estás,
no seas angurrienta, te quiero ver bailar.

En nombre del partrón
Me permito recomendarle nuetra especialidad.
Es un plato para altos funcionarios
Que sólo se sirve en los mejores restaurantes.

Angurrias, histrionismo y cobardía
Con fetas de ignorancia y truhanería.

Lisonja, adulación, vil reverencia,
Con salsa de crueldad y de violencia.

Mendaz comercio, sórdida ganancia,
Usurpación, rapiña y arrogancia.

Adelanto perverso, terquedad lucrativa
Y clorhidrato
Al plato
Con aceite de oliva.

Y de postre tenemos
Sólo budín de pan
Y locas en almíbar
bañadas con champán.

¡ Bien Señor!
¡ Sí Señor!
Registré su pedido:
De todo y para dos.

Cuando me dieron este cuore, creo,
Dios estaba de apoliyo.
Porque me tocó un cuore poligriyo,
y es por su culpa que me verdugueo.
No me sirve siquiera como un pucho,
Donde hay llanto el juega de pañuelo,
Se regala de gil para el consuelo,
una cheno me enloco y lo serrucho.
Tener un cuore así, de que me vale,
se me sale del pecho, se me sale.
Y si lo mandan pa’ un laburo e’ cuarta,
qué bagayo ligué en la repartija.
Con este cuore así, era una fija,
la llaga con el piojo se me ensarta.

Agárrese don Enrique,
Yo se lo que le gusta.
Igual peco de bruto y de ignorante.
Me juego en estos versos arrogantes
Aunque algún necio me corra con la fusta.

Usted el gran rey de la poesía,
Yo un poco vago y rantifuso,
Me arriesgo el apodo que me puso
La yeca, gran sabionda de la vida.

Quisiera heredar la guardia vieja,
Su estilo, su glamour, su ley pareja.
Sabiendo que me juego, no me asusta,
No pretendo ofender a nadie.

Con todo respeto,
Callado voy al pie.
Agárrese don Enrique,
Yo sé lo que le gusta.

Agárrese don Enrique,
Yo se lo que le gusta.
Igual peco de bruto y de ignorante.
Me juego en estos versos arrogantes
Aunque algún necio me corra con la fusta.

Agárrese don Enrique,
Agárrese nomás,
Yo sé lo que le gusta.
Me juego en estos versos  arrogantes,
Aunque algún necio me corra con la fusta.

Tengo una piedra en el zapato,
y me molesta.
Tengo una piedra,
no me deja caminar.
La gente pasa y ni siquiera me saluda,
hasta me empujan y se ríen al pasar.
Voy por la calle más oscura de este barrio.
Voy por la calle sin un alma alrededor.
Me estoy cayendo de mi cuerpo,
temblequeante.
Me estoy cayendo sin tener donde caer.
La vida del que toma es así,
nunca con quién hablar,
siempre solo y triste…
Sucio y flaco,sucio y flaco,
en el zaguán.

Una noche sin luna en el cielo,
En tus brazos sentí el consuelo;
Era eterno el momento que yo guardé.

Una noche sin luna en el cielo,
Muda brisa abrió tu ventana:
Como un niño entregado te di mi amor.

El cariño sincero que tu me dabas
Como un blanco respiro volví a vivir
Una noche sin luna en el cielo…

Me voy para el conventiyo
a bailar una milonga.
Me voy de farra mistonga,
ya me esperan los chochamus.
Allá están todos los fiolos
que las farfalas desean.
Ya me esperan los gominas
con ganas de milonguear.
No sé si voy a llegar,
si no me queda ni un cobre.
Algún culo va a sangrar,
yo sé que voy a llegar.
Y al salir para la calle
me encontre con cierto gil,
que justo me vino a pedir
a mi que estaba tan duro.
Para colmo me asaltó,
y me rompió la nariz.
Así termina esta historia,
de una noche trastocada.
Ni gominas, ni farfalas,
ahora me voy a dormir.
Pero antes de ir a la cama…
Me voy a arreglar la nariz.

Entre alambiques juntó experiencia
Y hallo el brebaje del bien y el mal
Hoy a babuchas de su conciencia
Va el homo sapiens y el animal.

Ya no es el mismo su consultorio
Ya no hay pacientes que visitar
Ahora es adicto al laboratorio
Y hay un cadaver en el placard.

Su yo y su sombra se han separado
Es el galeno o el depravado
Son los dos puntos que lleva adentro.

Sin dares bola y ese es el guay.
Y en la constante del desencuentro
Va el doctor Jekyll con mister Hyde.

Por lo flaca que tenía su cabeza
Y su torso acilindrado,
Sus piernas parecían un émbolo, parecían.
Cuando caminaba por el barrio,
Le gritaban: – ¡Che, jeringa, no claves a nadie!

Entonces un día, Jeringa,
Clavó su cabeza en una arteria
Y no dejó pasar a nadie.
Más tarde llegaron los chochamus
Y le dijeron:- Che jeringa, ¿Qué hacés clavado en esa calle?

Y los pibes que eran tan amigos
Lo ayudaron, lo desclavaron.
Y entonces salieron a festejar
de recorrida por los bares.
Le pusieron un disfraz y lo barearon.

Y Jeringa estaba tan agradecido ,
que se transformó en humano..

Fué como todas,, se abocó ante el vento,
Le gustaba el lujo y le tiró el gotán
Y dejó a la vieja sola  en el convento,
Y fué p´al cotorro de un niño bacán.

Y dejó en diez años toda la alegría
Y bebió en diez años toda la crueldad,
Cuando dió el remache de la fulería,
La seña jodida de la enfermedad.

Y sin un consuelo, sin una aliviada,
La que de la mugre se abriera tan mal,
Pagó con la chinche fatal, agustiada,
La deuda sagrada con el arrabal.

Nada vale la pena comerse el garrón,
Ni propio, ni ajeno, nada.
Que es lo que va a moverte de tu realidad.
Algunos te dicen: vas a tener que parar!

Turista de la locura, lleno de ansiedad postrera;
Cuando la jaula estubo abierta no te atreviste a volar.
Fué un martillazo en los huevos…¡ Ay, qué dolor!
Nada vale la pena comerse el garrón.

En ese  mismo rincón tu lado oscuro tembló.
Suena el timbre, siempre atendés.
Es tu querida muerte que llama otra vez,
que se te acaba el camino.

Levantate a la mañana y disfrutá de ese rato
Que si no te pisa un bondi, por ahí te da un infarto.
Te dan un palo en el mate por robar o molestar.
Aprovechá desde ahora que se te corta la piola…¡Y eso sí que es un garrón!.

Del barrio me voy, del barrio me fuí,
triste melodía que oigo al partir.
Voy dejando atrás, todo el arrabal,
en mi recuerdo.
Rota  la ilusión de mi esperanza,
toda la razón de mi existir
y este corazón se quedó solo, también,
buscando su consuelo en el ayer.