Referente de la música argentina en Europa, pero mal conocido y poco transitado en Buenos Aires, Gustavo Beytelmann es el músico que le faltaba a la escena del tango.
Pianista y compositor, Beytelmann nació en Venado Tuerto en 1945, estudió con Francisco Kröpfl y está radicado en París desde 1976, donde comenzó a trabajar el repertorio tanguístico con arreglos electroacústicos.
Fue pianista de Astor Piazzolla durante su gira europea de 1977 y, entre 1981 y 1992, trabajó centralmente con el trío Mosalini-Beytelmann-Caratini.
Además de ser director del departamento de Tango en la Universidad de Rotterdam, Beytelmann escribió la música de más de cuarenta películas (entre ellas la de Quebracho, de Ricardo Wullicher).